Carta al Embajador de Nicaragua.

 

 

Al señor Embajador de la República de Nicaragua
S.E: Silvio AVILEZ GALLO
S/ D

El Comité de Acción Jurídica (CAJ) integrante de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) desea expresarle su preocupación sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía Nacional durante una manifestación el pasado 5 de mayo de 2006 en Managua, en la que fueron golpeados e insultados miembros del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), también integrante de la Federación (FIDH).

De acuerdo con las informaciones recibidas, varios de sus miembros estaban presentes en una manifestación pacífica organizada por médicos, quienes adelantan una huelga desde hace alrededor de 6 meses, y cuatro de los cuales están en huelga de hambre desde hace 18 días, con el fin de reclamar un aumento de sus salarios.

Mientras los médicos querían negociar con el Ministerio de Hacienda su situación y estaban tratando de llegar a un acuerdo, las fuerzas del orden fueron enviadas para reprimir la protesta.

Temiendo un enfrentamiento entre los huelguistas y la policía, y debido a la fuerte presencia de la policía y a la llegada de las Tropas Tácticas Policiales de Intervención Rápida (TAPIR), algunos miembros del CENIDH se desplazaron al lugar para servir de mediadores entre las dos partes, tratar de dialogar y evitar que la manifestación pacífica se tornara violenta. Sin embargo, las tentativas realizadas, en varias oportunidades, por las directivas del CENIDH para dialogar con los agentes de la policía y hablar con las autoridades encargadas, fueron en vano.

Según las informaciones, durante la protesta, además de 22 médicos lesionados y más de 70 detenidos, resultaron agredidos tres funcionarios del CENIDH: el Sr. Bayardo Izabá (director ejecutivo), el Sr. Gonzalo Carrión (director de defensa y denuncia) y el Sr. Norwin Solano (asesor legal). En particular, al Sr. Carrión le aplicaron la técnica de presionar hacia atrás el dedo medio de la mano izquierda, obligándolo a caer al suelo para arrastrarlo por el cuello, dejándolo inconsciente por unos momentos. Además, los tres presentan marcas de hematomas, visibles incluso cinco días después de los hechos.

Ante estos hechos, el CAJ solicita a Ud. haga llegar a vuestro gobierno nuestra más viva preocupación por los hechos ocurridos, descontando que el Gobernador de Nicaragua que Ud. dignamente representa, arbitre los medios correspondientes para subsanar, tanto en lo jurídico como en lo institucional, los graves hechos ocurridos.

Saludamos a Ud. con nuestra consideración más distinguida.

 

 

5 de mayo de 2006